HOLA, GUAPA:
Bueno, mi niña, ya te dije que te contaría por qué no quedé contigo, te lo escribo en carta porque por el msn no tengo tiempo, por sms es muy largo y esta semana no te veré.
Ya te conté que me gusta Ieltxu, y que no sabía si pedirme para salir. Pues me dijo que me llevaría a dar una vuelta, que el lunes no quedaría con nadie a las cuatro y media, porque por fin iríamos a dar el paseo los dos juntos.
A dicha hora estaba yo ya en el choco para que él guardara la moto, nos fuimos andando despacito por el parque de la Peña hasta llegar a los caños. Mientras me contaba qué había hecho durante la mañana, me cogió la mano muy despacio. En ese momento sentí mariposas en el estómago. Seguimos andando, también hablamos de lo bonito que se veía Bilbao, todo Urazurrutia. Mientras hablábamos de Bilbao seguíamos andando de la mano. Tras un rato llegamos al paseo Uribitarte, era todo preciosa, más porque iba con él...
Por el paseo nos sacamos fotos. Nos sentamos en un banco. Me miró a los ojos y me dijo que me quería. En ese momento me cambió la cara, estaba feliz, ¡me quería! ¡el chico que más me gusta me había dicho que me quería! Era lo que llevaba soñando muchísimo tiempo, no me lo terminaba de creer. Sin darme cuenta apenas sentí sus labios, tiernos y suaves, en mi boca. Era mucho mejor de lo que había soñado. Me besó suave pero intensamente. Acercándose a mi oído, me susurró: “¿quieres salir conmigo?”. Me quedé sin palabras, muda. “No seas tonta, dile que sí”. Le besé y con voz temblorosa contesté: “Sí, quiero salir contigo”. Entonces me abrazó y tranquilizó: “No pasa nada, cari, yo estoy contigo”. Nos levantamos y comenzamos a caminar de nuevo de la mano. En ese momento yo era la chica más feliz del mundo, no podía parar de sonreír, el corazón se me iba a salir del pecho. Todo era perfecto: el día soleado, el chico de mis sueños, el paseo... ¡Qué más se puede pedir! Cuando nos quisimos dar cuenta, ya eran las ocho, casi de noche.
Chica, no sé si será una tontería, pero estando con él me sentía feliz, liberada de todos los problemas. Si te soy sincera, no sé que me pasa, nunca antes había estado tan pillada, tiene algo especial, no se parece a los demás. Me ha robado el corazón, te lo juro, estoy en clase y no puedo dejar de pensar en él, sueño con él, sueño con pasear de nuevo con él, de su mano. ¡¡Le amo!!
Bueno, guapa, me despido con un besazo muy fuerte. Y respóndeme, por favor. Te quiero mucho, nena, ya hablaremos más tranquilas. ¡¡Mxx Nena!!
Sarai Perera Fernández
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