La semana pasada vimos una película (teléfono rojo volando hacia Moscú), por el hecho de que estamos estudiando la guerra fría. El profesor de lengua nos mando unas tareas "relacionadas" mas o menos con la película, a pesar de que le dijimos que no nos gusto la película y que nos pareció un tostón. Las preguntas están enlazadas aquí.
Ostiralean 10ean Solokoetxe ikastolara joan ginen antzerki bat ikustera. Antzerkia drogei buruz zihoan.
A consecuencia de un libro que leímos en clase titulado “Manzanas Rojas” de Luis Matilla, el profesor de lengua nos propuso una tarea: salir a las calles del barrio y hacer fotos a los muros de nuestro alrededor. Además también estábamos estudiando el derrumbamiento del muro de Berlín y el conflicto árabe-israelí. El remate de estas tareas ha sido escribir un texto de opinión sobre los muros, lo colgaremos en nuestros blogs y comentaremos los artículos de nuestros compañeros. Ahí va el mío:
En todas partes hay muros. Unas veces son solo vallas de rejilla, otras veces muros de ladrillo y cemento. Y hay una clase de muros muy peculiar: los que construimos entre las personas, no se ven pero están. Sirven para diferenciar los guapos de los feos, los altos de los bajos, los gordos de los delgados… En otras palabras, para separar a los populares, a los que tienen éxito, de los que no. A veces se hace sin darse cuenta, de manera inconsciente, pero se hace. Lo peor no son los muros, sino el sentido que se le dan: puede ser un muro para que no te hagan daño, para defenderte de un ataque… Pero alguien lo puede entender de otra manera. ¿Podemos vivir sin muros?, ¿sin muros viviríamos igual?, ¿qué opinas?
Después de haberme informado para aclararme las ideas y saber más sobre otros muros no tan famosos, tengo varias opiniones:
Por una parte, parece que no sabríamos vivir sin ellos; basta que nos digan ”NO” para que los hagamos. Pero, por otra, no es justo que encerremos a personas entre muros porque no son de nuestro agrado o de nuestra raza o de nuestra opinión o religión.
Las razones que damos son estúpidas: vienen a matar, a aprovecharse…(algunos lo hacen). Pero creo que la solución no es tan difícil, sólo hay que pensar en algo más que en enriquecernos: haciendo construcciones e inversiones en su país (edificios, tiendas, fábricas, empresas…) para que ellos tengan trabajo en su país y no tengan que venir, pero, claro, así no les tendríamos como esclavos y no nos enriqueceríamos a su costa.
Y vigilar más que se aprovechen de ayudas los que no las necesitan y que luego no nos quede para ayudar a la gente necesitada de aquí. Tampoco hay que aceptar que vengan a nuestro país y reprochen todo.
Las soluciones son sencillas, pero no lo queremos ver. Supondría gastar dinero en alguien que pensamos que es menos que nosotros. Pero todos merecemos, necesitamos, tenemos derecho a una vida digna.